viernes, 9 de diciembre de 2011

Ventana

(no sé qué pasa con el espacio)

Instrumento pincha manos el camino en la cabeza
lleva mar y viento la tos de Lacroix.
Que sea al revés la ciudad en hilera,
barrabrava, piedra muda o hacha,
como la e y la m
el burlete vengador.

Naranja y verde buscan sol,
no te mojes ni te saques
la campera.
¿No sabías que era afuera
todo el mundo salamandra,
la tranquera que también saqué un caballo?

Es difícil de entender tres picos,
luz colgante, música que debería ser.
Ladrillo o palo:
¿Quién quiere episodios
con los mismos personajes?
¿Qué pasa con el agua?
¿Por qué no hay tele?

Como un trompo desenreda cuadros,
el refugio de dos, o tres con el bastón,
blanco es el esfuerzo del papel en la basura,
la renuncia experimenta
partes de trote: practicar, pintar, la música
delinea colores en la casa.

Cocina gárgara de aire, pela recetas
de torta como un sol (lo vas a doblar).
¿Qué hago yo acá, afuera o adentro?
Te la pongo, pregunté, alejándome del fuego.
O la engancho en algún lado.
No te quiero así, desnudo, grandote.

¿Qué le pasa a mamá loca
con la lluvia respirada?
Cornetita en la ventana
nos denuncia el pestañeo.
Voy al baño, audiometría,
es la historia de verano.

El lugar, paisaje creciente,
nos invita a las antenas.
Las verdaderas dueñas son las moscas
gorditas, chiquitas, mosquitas,
y la madera de artefactos
que pierden en el apretuje la demanda simple.

El fastidio del hambre
viendo cartas que golpean,
en el quiosco hay alpargatas
refozadas como nunca.
En Brasil que es otra cosa, ya no importa repetir.
Propiedad de otro berrinche, un rato.

Después, hasta el árbol desintegra,
es bandera de reojo un camino cachetada,
una panza sin hervor.
Camisón, rueda, cabeza de culo.
Fruto, bruto: banana y pera
mojan el grito que chupa nada.

Comida de chancho,
¿me regalás tu seven up?
El olor a bosta coman lindos chanchos, coman.
Aerosol te explico: el aplauso crepita
broches y botones de perlas, a su trono dignísimo
reservas de zarzuela, esperan el rapto.