(Escritos entre 2008 y 2009)
TRES DESEOS
Voy a pedir tres deseos,
como si fuera mi cumpleaños
y tuviera delante una torta
con suficientes velas para incendiarla.
Lamentablemente, no volvimos a hablar.
Y eso que había de todo:
Desde ascensores livianos que seguían de largo
hasta lluvias tropicales de amplio alcance.
Pero ahora ya está, tengo que aprovechar
la volada y comprarme algo, no sé.
Supongo que te preguntarás lo mismo
que me hubiera preguntado yo en tu lugar:
Qué hace este pibe escribiéndome
después de tanto, tanto tiempo.
Una posible respuesta, lo primero que se me ocurre,
es que Sure, Rosita y su hermana, llamada Berta,
solían mandarse esta clase de mensajes
cuando aún no existía la tecnología.
SUEÑO
El sueño me despierta hoy
con un ardor de ultrasiete.
Ebulle y se hace escultura
dentro de la nariz.
Afuera llueven pajaritos
cuando acaba su colita
y empieza el aire o la corteza.
Esto puede pasar en cualquier lado.
Al caleido caloide
no es alcaloide lo que quiero decir.
Medía un metro ochenta si medía
el caleidoscopio del interior.
Iba y venía al derecho
y al revés desembolsaba
todo lo que le pedía.
DISCUSION
Diga basta
circulando.
Tuve tecnología
no tube
tuve tecnología
tornado devastador:
¿Dónde estarás?
Arriba la luna.
¿Pop qué?
MEDIOS DEL INTERIOR
Salud anarquía, símbolo de calidad.
Mi rubia, sobre la luna, odia
los medios del interior.
No es lo de la chica, yo tengo uno
de galerías oscuritas y parque con olor a sol.
Es el aerosol, el megateatro, lástima el humo.
De noche, lo que se piensa cabe en la bola
de espejos facetados.
A mí me encanta, pero caminé una cuadra
y quiero volver adentro.
Ya está, claro, y cuánto te cobraron
y qué te hicieron.
Más vale un montón.
La sierra de la esquina es parte
de los preparativos para la cena.
SAMBA
El tiempo en el samba
cuelga de un brazo
que me conmina a no circular.
Samba de mi esperanza,
esto no es Santa Rosa
vigilada que dice:
Ahí hay brillo.
Los chicos no paran de hablar
como si estuvieran solos.
DUENDES
Hoy somos duendes,
arreglamos sillas y sillones
antes de que las gordas salgan
y digan que se acabó.
Está lleno de edificios
en la rutina
de poner ladrillos donde no había.
Los pozos del árbol
que obviamente no es de acá
parecen interponerse en la reventa.
Los demás flotan con utensillos
propios de la actividad.
Cristal azul y líquido gris
agitan la próxima prometida.
INSECTO
Entre los círculos, al enrollar,
un insecto cabalga como puede.
Ya es de noche o es de día
de dormir con una máscara.
Entre los dioses
y las bases del vecino,
el sonido a catramina.
Una agrupación de aguijones
fuertes como herrajes del centro
duermen bajo la luna de Tucumán.
El aviso es golpear por galería.
El nylon en el viento
y mis ojos que miran sin mirar
son un conjunto,
como la pecera matutina
y el jardín de las delicias
venido un poco a menos,
O la salamandra junto al mural
y la ciclotimia de Mario,
el carnicero de la esquina.
MEÑIQUE
Tengo una picadura
en la articulación del meñique.
Tanto no usar la pila,
se descarga.
No hay música,
no hay ritmo,
sino un colectivo desperdiciado.
Tres personas que no bajan
ni a la ida ni a la vuelta.
Una avioneta que aterrizó en la selva
acelera la deforestación.
PASTAS
Lucio cocina pastas
mientras toma café.
Busca el contenido neto
del sobre que contiene
todos los sabores del postre.
Cuando tocan el timbre
pasa lo que no quiere:
El agua lo baña o casi
Y lo que alguna vez podría haber esperado de una oportunidad así
toma el rumbo que había sospechado.
Lo único que le queda es esperar
que la música sea lo suficientemente fiel
como para espantar hasta al último.
PAÑUELO
El pañuelo de luz cuelga
alrededor de la bandera
que antecede al colectivo.
Sueño, a veces, con escribir
una palabra en el papel
y que la magia la subraye
si está mal la ortografía.
Para eso escribí en la compu
con el “Word”, me dice
la mujer con la que hablo.
Que además “word” quiere
decir palabra y eso es
de lo que estoy hablando.
Démosle la razón
al menos por un momento
e imaginemos lo que sería
el futuro en esas condiciones.
Quiero decir: ni en pedo
vuelvo al “Word”, ¿o es acaso
que no lo quieren entender?
CONSTRUCTORES
Si el carnicero y el zapatero
hicieran bien su trabajo
podrían ser constructores.
Si el ciclista y el afilador
hicieran bien su trabajo
podrían ser constructores.
Si el odontólogo y el cirujano
hicieran bien su trabajo
podrían ser constructores.
En general:
Si todos los que tienen
un trabajo con determinadas características
hicieran bien su trabajo
podrían ser constructores.
NIÑERA
Sentate ahí, sentante,
que estando la vaca atada…
¡Muy bien! Tomá, perá.
Ese es el pescadito.
Toc, toc…¡Qué bien!
Venga mi amor,
venga conmigo.
Muá, muá… Perá, perá.
Ni hizo nada,
no hizo nada la nena.
No hice todavía.
VIERNES
En el ascensor
un joven le pregunta
a la profesional
si los zapatos que usa
le hacen el pie más chico.
Hoy es un día especial,
no vino el primero
ni el último,
lo que permite aprovechar
para hacer cualquier otra cosa.
Yo la espero y juego en el piso,
pongo baberos más tranquilo
que ayer,
cuando de un pelotazo
transformé la luz en tubo.
MOVIMIENTO
Adelante y atrás,
sería el movimiento..
La flor que le hace
a la ráfaga de viento
una reverencia.
En el campo
de ovejas adelante
cerdos y corderos
y al tiempo para atrás
van los gallos,
los sapos y los gansos
que no paran de aletear.
Es la siesta que desatan
cuatro ruedas en la pieza
en la que madera hay.
ARTEFACTO
Algunos me tocan,
quiere decir que estoy
aunque ya vacío
imaginando la llovizna
por momentos que viene
de la cocina comedor.
El frío no llega,
la luz tampoco.
Hay elementos que deberían
tener un pormenorizado desarrollo
y sin embargo las miradas
las absorbe el artefacto.
La loca de las bolsas
duerme, el libro marcado
en la cómoda o piesera
lleva años de vida.
En pocas horas el sol
volverá a ser un problema.
Te lo digo por última vez:
¿Vamos a encargar cortinas?
PERLA
Enhebro y ensarto
una perla de concha
tras cada bola con gancho.
A derecha e izquierda
puedo enhebrar tantas
perlas de concha como desee.
Necesito un anchor por bola,
hilo resistente para
coserlo al final,
repetir la madeja
y unir los extremos.
ERUCTO
Cuando eructo
el disco se raya
y le da paso al hombre
con la mujer.
Es una mirada lejana
que se moja en el mar
porque de noche
abajo no hay nada.
SOMBRILLA
Nadie alquiló sombrilla
en la vereda de los troncos.
Desde un lugar en el que todo
el tiempo mueven mesas,
trato de no distraerme
y de seguir el movimiento
de las primeras hojas verdes.
El auto de treinta años
acelera sin que el guardián
se dé cuenta.
Con un bastón
va y viene y lo busca y da vueltas.
Sigue habiendo golpes
de martillo y castañuelas.
Si siguiera caminando de noche
como el primer día del invierno
las posibilidades de quedarme
serían una incógnita.
BAR
Las mesas vuelan en el frío
hasta que un ritmo pasa
y las vuelve a juntar.
El llanto, ante el edificio,
las ganas de callar
volverán al murmullo.
Será un baile con otra música
aunque la espalda vaya derecha.
A esta hora se discute el monstruo
y el llaverito, por más chiquito que sea.
Estuvieron diez días con eso
porque las cosas raras
les gustan mucho.
El llanto es imparable
y le cobran con la madera,
para que todos bajen el volumen.
VAGO
Sobre los pies, dos
que van a saltar
para cruzar la ciudad
de norte a sur.
Cómo extraño, cómo
escribo y te extraño
todavía,
aunque me mientas
con estos amagues.
Sé que en parte
la culpa es mía, la
vagancia contra todo
lo que podría hacer.
Acariciame, por favor,
por lo menos hasta que
la voluntad de abrazarte
no tenga que ser pensada.
COLOR
Una de las cosas más importantes
de la mañana es
la información sobre el color.
El sol de Italia sacude a la Argentina.
Es hora de actualizar al que corre,
los increíbles premios de la noche
esperan el único accidente posible.
Las voces de los santos se van
deformando con el barrido
del ventilador y los eructos.
PROFESIONAL
Para terminar la escuela primaria
la óptica de la avenida
trata de saludar a los que pasan
con la simpatía que la caracteriza.
El ruido es para desconcertar
y provocar ladridos.
Las luces, para que las ventanas
hagan el juego que deberían.
Es como un motor, parejo, parejo,
no sube ni baja, golpea agudo
contra la ventana
para que el viento de la noche
se lo lleve en un intervalo.
PIERNAS
Las piernas marrones
van hacia el fondo
de un local que tampoco
es tan largo como se esperaría.
Hay una puerta que se abre
y se cierra. Ahora se cierra
y las piernas marrones
están por decir algo.
El humo puede ser la cuerda
de alguien que nada
tiene que ver con las cosas
que pasan en este lugar.
CIUDAD
Todo lo que nos ocurre en la ciudad
podríamos escucharlo en la expresión animal.
El sapo que no es sapo y
la bocina que no es bocina.
Si se tratara de caballos, todavía.
El pájaro no es un pájaro y
la oveja tiene ataques de tos.
El cielo se ha llenado de bolsas
que chocan contra los árboles
Y las palomas que no entienden nada
practican saltos mortales.
BRILLO
Vuelve a estar el brillo
sobre la regadera
y la combinación en pareja
se ocupa del balcón.
Como un gran televisor
que cubriera una ventana,
el aire es como el mar.
Lo debería repetir:
el aire es como el mar
cuando el caballo salta
y se abusa, porque no nada.
FLOR
La flor de tres colores
que una vez creció
en un rincón del living
antecede las vivencias
de un grupo de personas
distribuidas en vertical.
Está fresco, está seco,
el vidrio parece lo más limpio
y una base confortable
quiere tener razón.
Recuerdo, en este momento,
la hoja cuadriculada y pintada
uno sí uno no.
El caballo que lo convertía todo
en ajedrez, en auto, en lámpara.
PAPEL
Las líneas sobre el papel
y los sonidos de los animales falsos
esperan la explosión próxima.
Es fácil decir que no
cuando el coro entrenado acentúa
cada idea del hombre mayor.
Hasta los aplausos del final
parecen migas de galletitas
esparcidas por el piso.
No se ve, no se oye
lo que los elegidos quisieron decir.
La señora de pollera se aleja
como si nada de esto hubiera pasado.
REBOTES
Por aquí y por allá
los rebotes de histeria
me aconsejan sobre determinadas
reglas del alfabeto.
La letra inclinada como
la del ancestro y el mirar
de al lado esas formas.
Es hora de intoxicarme
con todas las pérdidas
y ecos de una proposición
relativamente simple.
OSO GRACIOSO
Entre todos los osos que se la pasan
vagabundeando por estas calles
hay uno que se merece mayor atención.
¿Es amarillo? ¿Es rojo? ¿Está contento?
Se lo distingue así: cualquier cosa que dice
causa una gracia involuntaria.
El oso camina, busca comida,
y mientras lo hace va cayendo
de sus bolsillos inventados
una cantidad no precisa de idioteces
(en el mejor sentido de la palabra).
El oso crea un chiste y luego otro
y otro más, uno atrás de otro,
sin tener la más mínima idea
de lo que eso significa.
TRES DIAS
La presión de la caricatura
en las ondulaciones de la piel
debe dejar atrás asperezas
para resultar efectiva.
Siempre hay algún consejo,
una que va y que viene
con la bolsa de basura.
Un actor de otra época
que quiere ir a Puerto Alegre.
Una chica que lo mira,
que le cuelga y lo mira.
Están diciendo las cosas
tres veces cada vez
que deciden hablar.
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3 comentarios:
Hola Pablo, estaba leyendo el blogg "la lectora provisora", y mencionaste que tenés el libro MOREIRA, de César Aira. Quisiera comprartelo, si te interesa la propuesta, avisame y arreglamos.
Muchas gracias y saludos.
Federico
Federico: la verdad que no está en mis planes vender ese libro. Saludos.
Pablo
Pablo: gracias de todos modos. Si llegás a conocer a alguien que lo tiene y lo quiere vender, pagaría 200 dolares por el ejemplar en buen estado.
Saludos.
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