BOLSAS
La bolsa gris y la roja
La bolsa gris y la roja
sobresalen del
piso
color
caramelo.
Algo dulce, pero
no,
el pasillo es más
largo
como el cuello o el
secador
de
peluquería.
Aterrizar es
difícil
a la
distancia.
Un sombrero, un
reclamo,
un llamado justo a
tiempo
para que la actriz
ponga cara
de no haber
actuado.
Un pomo
naranja
y dos trapos
amarillos
son
suficientes
para armar una
publicidad.
TREN
El tren de los eslabones
TREN
El tren de los eslabones
brillantes sobre un
plano vertical
me hizo recuperar la
memoria
y especular con una
posibilidad.
Si al doblar la
barrera baja
optara por el
desvío,
el lamento se
prolongaría
hasta sortear toda
esa carga.
Enseguida las
rectas
que se llevan a
patadas
me parirían sin
querer
a mi izquierda al
ver la casa.
AMPLIACION
Sobre las redes de ping pong
AMPLIACION
Sobre las redes de ping pong
se levanta el
habitáculo
para futuros
enfermos.
Jugadores
pertrechados
de convexidades
esféricas
hacen ruido con
paletas.
Alguien mira entre
piso
y cielo raso
sostenido
con
aire.
Camino al jardín
hablamos mucho
sobre que no tenía
dedos.
Viento y carruaje
compiten
bastante después de
la noticia
de que con pies
pintan pintores.
¿Se puede bailar el
tango
con un perro en la
cabeza?
Da vueltas y se cae
de hambre.
SUPOSICION
No puede ser casual
SUPOSICION
No puede ser casual
que en la
evacuación
haya
alarma.
Es agua que
inunda
y va subiendo a las
paredes
invisibles para
mí.
Cuanto más tiempo
pase
la alteración del
ánimo
mayor será el
trabajo.
Salgo, camino y
primero
no distingo algo
preciso
hasta el llamado
hueco.
Así que ahora
llueve
por una pila de
techos
vecinos sin
edificio.
GORDA
La escultura de la gorda por el mar
GORDA
La escultura de la gorda por el mar
son plaga en el
pasado las gordas,
mas ahora reinan los
golpes.
Onda, mucha onda
sobre las sierras
aunque no exista,
aunque el paseo mienta.
Decime la verdad sobre esa foto,
Decime la verdad sobre esa foto,
de cuándo es, con
quién te sacaste,
qué pasó
después.
Decime
todo
lo que se me ocurre
preguntar.
Ya no quiero volar y
en la ausencia
asustarme en
madrugada.
El presente es un
delay, galopando de lobero.
Me prohíben un café
porque rompo la armonía,
a la costa subiría
si por viento
no entendiese ese
cruzado.
Gorda vení, gorda
quedate.
¿En qué momento te
perdí?
¿Cuándo hablaste
otros idiomas?
Te explico, ahora
(carbonizado)
desde el comienzo o
casi bota,
la esperanza marca
estas cosas.
ENCINTA
El pelo negro la pone encinta
ENCINTA
El pelo negro la pone encinta
en ruéganos de no
dimitir.
Pide como animal,
pero sin falda
el miedo a la
reacción, que
por mi reacción la
lleva
después de toda la
película
imaginada a huir sin
obstáculo
aunque mira el óxido
de los bordes
que ya nadie
siquiera toca
en la noche previa a
la incógnita.
Del final ya no
como
esta tarde ni tomo
el agua
abundante porque el
ventrílocuo
de la familia
imagine
(por ocio) un perro
ladrón
que le esquiva a las
pendientes.
Del perímetro salvo
una,
que acomoda su
espalda
en los planes de la
noche,
todas averiguan
quién camina
entre los surcos que
a simple vista
mienten como si
supieran
o dijeran después
del cumpleaños
de la víspera que
falta tiempo
para el fin del
mundo.
La biblioteca podría
mover
en metros pero se
queda
a observar quieta y
a oír un ruido
de bombilla que hace
el compás
a la otra
autora
de los mejores
tarareos fugaces.
RAYOS
Hace unos dìas conocí
RAYOS
Hace unos dìas conocí
la ciudad de los
rayos,
cielo y asfalto nada
más
arriba y abajo del
aire.
Falta el aire en
realidad
y ahora caigo que
puedo respirar.
Nunca había
adelgazado
tanto como esta
vez.
Parece un chiste que
pase
tras la charla
familiar.
La malasangre por
motivo,
como una tabla de
cálculo
que no me deja
descansar,
es letra para el
coro:
políglotas expertas
en ordenar
recorrieron cada
bajada
y desvío, hasta el
imprevisto.
Una vez, el rayo fue
largo,
más largo de lo
normal,
encapsulado en
alambre
para evitar un
juicio.
A mí me hicieron
pagar,
no tuve nada más que
pedir
explicaciones y
desde entonces
las estoy
esperando.
MES
La diferencia entre el nacimiento
MES
La diferencia entre el nacimiento
y las fotos que se
perderán
es un adverbio
arbitrario.
Ya le dije que corra
la madera
picada en flores y
yuyos
para leer el cuento
que no envejece.
La respuesta fue "ni
mu"
como cuando vuelvo y
entro a girar
entre cordones
desentendidos.
El equilibrio es lo
importante,
descansar si es la
propuesta
el exabrupto
incontrolable.
El vaso vigila, como
la luz
encendida en la
madrugada
antes del éxodo
creador.
Miré e interpreté en
el día
a dos que se
presentaban
como extraños que no
eran.
DIGESTION
La digestión está cerca
DIGESTION
La digestión está cerca
del lugar donde me
encuentro.
Los peones
remanentes
se ocupan de
administrarlo.
Hay una
alternativa
que es mirar hacia
arriba,
un poco al
costado
y enervar el
cuerpo,
tembladeral en
helicóptero,
para hallar el
doblez sobre el velcro.
Detras de
mí
el mundo crece hacia
arriba;
al costado, a lo
ancho.
Si fuese chiquita
para decir textura
uno de sus placeres
no habitaría en el tacto.
Mejor que
tal
como están las
cosas
me encierre en el
baño.
SOLDADOS
Tres soldados azules y blancos
SOLDADOS
Tres soldados azules y blancos
conversan al lado de
las flores
con las manos en los
bolsillos,
sin armas, tanto que
ahora
sólo se les ve las
cabezas.
Es como si
manipularan
un control
remoto.
Sin una lógica
explícita
uno se aleja del
grupo
y los otros lo
siguen.
Señala unos
bultos
y vuelve a
caminar.
Los otros lo
siguen.
Uno de los
soldados
es una mujer
manifiesta
por el péndulo de su
pierna.
Además lleva algo
para notar
como en general
hacen las mujeres.
De golpe ya no
están
y el batifondo ha
cesado.
Las flores más
quietas
junto a la
piedra,
ahora que mermó el
viento.
MUÑECOS
Son todos unos muñecos
MUÑECOS
Son todos unos muñecos
estos
animales
famosos.
Todos los animales
son famosos
y también los
orientales
que piden
autógrafos.
¿Por qué nosotros
no?
¿Por qué somos
diferentes?
Caminamos entre muñecos
Caminamos entre muñecos
que parecen
presos
y nos
creemos libres.
Hay que volar hasta
la Luna,
pensar al menos con
estar
alguna vez en
Marte.
Vivimos en
casas,
vamos a los
parques
aunque el clima no
ayude,
pendientes de un
cataclismo.
Los paseos de cuatro
días
siempre terminan de
noche.
TORRES
Este lugar es nuevo,
TORRES
Este lugar es nuevo,
pero está
terminado.
Hay dos torres y por
la hora
las piletas lucen
distintas.
La esperanza es
femenina,
sobre todo cuando
hay baldes
en una cornisa
blanca
de porcelana,
haciendo equilibrio.
Tengo que dormir en
una fábrica
y me lo cuestiono
aunque hacerlo
venga a proveer el
calor.
Como que se dice es
incomprobable
nos sumergimos en la
noticia de hoy:
la gran fuente que
regula el confort
es una caja negra
para los más chicos.
Las llaves son de
plata
y tienen una
inscripción
que es la historia
de hace treinta años
proyectada sobre un
abanico.
Me tomo todos los
aviones y llego
y corro y me mojo
aunque no quiera
porque el resultado
excede
una serie de
motivaciones.
NOMBRE
Si pudiera recordar el nombre
NOMBRE
Si pudiera recordar el nombre
común del
artefacto
que se asemeja al
ancla
(no en formato pero
sí
por la función que
desempeña,
no en cómo suena
pero sí
en la sensación
sobre la rama),
el palabrerío que se
repite
de una semana a
otra
hallaría la
síntesis.
CALLE
La noche que no sospechaba
CALLE
La noche que no sospechaba
volver a la
calle
nació el gato
celeste,
afortunado de que un
día
un invento fue la
rueda.
Camino en la vereda
estropeada
y si paso por el
pozo
una alfombra
desintegra.
Después venía mi
casa
hasta que fue mi
casa,
y un instante
desapareció.
Es lo único que pasa
al entrar al túnel
aunque la mirada
intente maniobrar.
Pero de repente
(nada es de repente)
el monólogo de la
condena
se disuelve en
intentos
de
sustitución.
Ya lo sabía, yo
conocía este placer
que tal vez sea
pasajero,
cuyo mayor rasgo es
la espera.
El regreso viene con
clave
música ordena,
inapelable:
Es importante saber
esperar
que algo
suceda.
OLOR
El olor es un tema,
OLOR
El olor es un tema,
más allá de las
paredes.
Si acá llega
así,
tanto que me creí
culpable,
el chofer no
quiere
ni pensar cómo
será
en el lugar donde se
generó.
Nadie
sabe,
muchos nos
preguntamos
no quita la
sospecha.
Es el pelo, cuyo
tónico anticaspa
despliega su melodía
atonal
a través de la
neblina.
Son kilómetros que
propala,
mientras los
vegetales se rinden
después del
esfuerzo.
Que nadie sepa que
fui yo
el que inició el
incendio
es fácil con el
recuerdo
de aquella
temporada
en la que todo lo
que sucedía
se originaba en
campos lejanos.
OBRA
Supongamos que es una obra
OBRA
Supongamos que es una obra
de
orfebrería,
como la que vi un
día.
Hay una caminata,
una balanza
y la duda que sigue
pescando
entre
enfermedades
y acertijos por la
honestidad.
Llegamos a la
curva
más transitada de la
ciudad.
Mi interlocutora no
entiende
nada pero
igual
me quiere
muchísimo.
Te dejo solito para
siempre,
me dice antes de
partir.
Está lleno de unos
colectivos
esclavos que me
recuerdan la niñez.
DO
Batifondo, silencio y otra vez
DO
Batifondo, silencio y otra vez
el susurro en la
distancia
que anuncia un nuevo
estrés.
El recuerdo es de la
tarde
cuando sólo una
lámpara
pequeña y
amarilla
ha quedado
encendida.
Ahí estaban los
hombres
con sus novias
redondeadas
cuyos pliegues en
vestidos
distraían mi
rabillo.
Mecanismo eco
es
que disuelve en este
fondo
y revela: no hay
dolor.
Las comidas y
bebidas
oportunas menos
ésta
que esta noche va
anulando
hipotecas de mi
estado.
Hay un chico de diez
años
en la contra
recostado
junto al aire sin
escollos
contrafuerza de la
luz.
CORONA
Hay que empezar a estirar
CORONA
Hay que empezar a estirar
cuando uno se vuelve
loco
y las chinelas se
arrastran.
La corona roja
mantiene
su altura entre los
brazos
en serpentina y
cubre bocas:
La que está
enfema
ahora y la que
cante
en la normal
actividad.
Los pies me
recuerdan
la actitud de
referente
con nombre de
gaucho.
El que escribe lo
deforma
en sus
primeras
obras como
afilador.
Hay que medir el
hilo
para la
manualidad
cuyo objeto es
enhebrar.
OSCURIDAD
El ritmo sobre la cabeza
OSCURIDAD
El ritmo sobre la cabeza
desparrama esferas y
nostalgia.
Es la hora a la que
se regresa
del cine o de
comer
y el departamento no
tiene sentido.
Ya no son
maniquíes
los que se despojan
en vivo
mientras los talones
elevados
delatan los
pasos.
La oscuridad, apenas
interrumpida,
baña la conciencia
en un instante.
Hay que verlo,
porque pasa
y no se ve
más.
VOZ
Hay una prisa de la voz
VOZ
Hay una prisa de la voz
sobre la
melodía
en el último
látigo
hasta que el
líquido
se termina de
acomodar.
Lo que dura la
fiesta
y los tambores
convocan
en inglés a
repetir
todo en otra
versión
la lluvia
sigue.
El tono y la
articulación
no cambian
nada
en la comparación de
estados
de ánimo y
salud.
Repiquetea otra
vez
el apuro y se
adivinan
girones de jadeo,
contenidos
poco antes de la
internación.
El tango no le
interesa
dice el gato y
esconde
el filo de la
garganta
satisfecho con la
posta
que lo nombra el
heredero.
Ha sido una noche
mágica
y despertar fue un
sobresalto.
NUDILLO
Siempre el mismo nudillo
NUDILLO
Siempre el mismo nudillo
el que
se lastima,
haga frío o
calor.
El hecho es que lo
necesita
el hambre del
mediodía
o el agujero
invisible
que vomita.
El agua y el
fuego,
después de
todo,
son elementos
marginales
en la cocina.
DIAFANO
El ritmo diáfano
DIAFANO
El ritmo diáfano
como la tarde
monotemática
toma examen.
Ser madre,
ser buena
madre,
llevar los
chicos,
vestirlos como
nenas
para que se
diviertan.
Todos silvan
afuera
o algunos
gritan.
Hay que
aprovechar
las
posibilidades
que ofrece el
entorno
y eludir la
curiosidad
ajena cuando un
acto
se vuelve
atractivo.
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